EL TAROT EVOLUTIVO
He adoptado la denominación de Tarot Evolutivo porque no he encontrado una forma mejor de nombrar el Tarot que no tiene una intención adivinatoria. En el Tarot adivinatorio, el/la tarotista habla de cosas que van a pasar, o no, en el futuro; también da consejos directos sobre lo que la persona consultante debe o no hacer en relación a temas del mundo objetivo, como comprar un piso, hacer un viaje, establecer una relación con alguien o deshacerla. En el Tarot evolutivo se procura no hacer nada de todo esto.
En cualquier modalidad consultiva de Tarot, ante una pregunta más o menos concreta, usando
el azar como interfaz, aparecen unas imágenes simbólicas como respuesta.
Ello aporta una información que es objetiva, pues no depende de la subjetividad de una persona, nadie ha decidido por su voluntad que tales cartas estén sobre la mesa. En un siguiente paso, el tarotista sirve de intérprete para traducir al consultante la
información que contienen dichos símbolos. Y el tarotista evolutivo no hace esto de modo unidireccional, convirtiendo al consultante en mero receptor de sus
palabras, sino que lo hace en forma de diálogo, ayudándole a que perciba
lo que puede haber de significativo para él o ella en tales imágenes.
Es al consultante a quien corresponde la potestad de elegir, de entre
toda la información que aparezca en la sesión, lo que le resulta
significativo y útil, lo que resuena en su interior y puede integrar para su
vida. Aquello que no le dice nada, que encuentra totalmente ajeno, pues
simplemente lo desecha. Y quizás hay cosas respecto a las que no tiene claro si en
ellas hay algo de cierto o no, y que puede dejar de momento en un rincón
de su mente e ir viendo si, con el paso del tiempo, esas ideas se revelan
como significativas y se apropia de ellas, o si se demuestran inútiles y
las descarta definitivamente.
La palabra "evolutivo" alude a que se concibe a la persona que consulta como alguien que, por el hecho de ser humano, está embarcado en un viaje de aprendizaje y evolución, en el que la vida le plantea dificultades, desafíos, todo tipo de experiencias tanto agradables como desagradables, también impulsos internos, motivaciones, sentimientos diversos, para impulsarle a que desarrolle su conciencia y sus capacidades, y que vaya acercándose cada vez más a la expresión de lo más auténtico y esencial que la persona es. Es un camino hacia un sentimiento de cada vez mayor plenitud y satisfacción, de mayor unidad dentro de uno mismo y con el mundo externo de relaciones y situaciones.
En este contexto de sendero de evolución, las cartas del Tarot, con la mediación de el/la tarotista, sirven para hacer conscientes aspectos de la situación presente, interna o externa, que la persona consultante no percibía, o que intuía de forma poco clara; también para descubrir opciones de respuesta, ante la circunstancia de que se trate, que inicialmente no se contemplaban. Las cartas, desplegadas sobre la mesa, configuran una especie de espejo en imágenes de la psique de la persona en ese preciso momento de su vida, que facilita que se revelen ante su conciencia informaciones significativas y útiles para abordar su presente de la forma más acorde con su autenticidad, con su sentir más profundo y verdadero.
Así pues, el Tarot Evolutivo pretende proporcionar a la persona consultante una experiencia que le sea útil para impulsarla en su proceso de crecimiento y evolución como ser humano, un proceso que siempre tiene como meta una mayor conciencia de sí misma y de los otros, una mayor integración de las diversas fuerzas que constituyen la psique, un mayor sentimiento de unidad y de completitud.
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